En los negocios como en la vida, tu no obtienes lo que mereces, recibes lo que negocias.
Dr. Chester Karrass.
Suenan tambores de guerra. ¿Cuáles son las batalla fiscales que Trump enfrentará? Serán varias y en periodos diferentes. A la vuelta de la esquina, el Congreso de EEUU, que después de semanas de asueto por las pascuas regresará a sus actividades, ya tiene en puerta como fecha límite, el día 29 de abril, ¿Para qué? Para llegar a un acuerdo entre los dos partidos para liberar dinero ya asignado. Estos activos, son indispensables el funcinamiento del sector gubernamental norteamericano.
Las negociaciones se llevan de forma común en el año fiscal estadounidense, hasta el día de hoy no hay información que deje entrever desacuerdos pero… Trump es impredecible y ante presiones del partido demócrata, sobre la inclusión en la legislación presupuestaria del muro con México, podrían existir escollos importantes en el trámite de acuerdos bipartidistas, la mecha está muy corta y Trump tiene una caja de cerillos en la mano, de ese presupuesto depende el funcionamiento de varias oficinas públicas durante las próximas semanas.
Aunque nada impide que se llegue a una negociación exitosa, también es probable (por la falta de tiempo), que ese acuerdo no llegue. Lo anterior le pondría los pelos de punta a los mercados financieros. En el senado se requieren 60 votos para la aprobación. La aritmética aprieta a los Republicanos, puesto que tienen 52 escaños y les faltan 8 que tendrán que salir de la bancada demócrata. El escarnio mundial se lo llevaría Trump al tener que cerrar las puertas de oficinas gubernamentales.
La otra batalla es el techo de endeudamiento.
El techo de la deuda, también es tema a considerar. Aun está fresca en la memoria que este tema fue un dolor de cabeza para la administración Obama. Para mitad del año empezaremos a escuchar este tema “reloaded” y las cosas vislumbran una negociación complicada, Trump a muchos convence y a otros los repele. La formula para los desencuentros se está cocinando. Para los meses de julio y agosto existirán requerimientos financieros y el gobierno tendrá que apretarse el cinturón y estirar la mano.
Para evitar un “default” los demócratas tendrán la última palabra y en septiembre ya deberán de haberse puesto de acuerdo para ampliar el techo de endeudamiento o para caer en el abismo de impago. Estas son las dos batallas que se ven el horizonte, la capacidad de generar acuerdos es clave, la preocupación es que Trump no ha demostrado ningún talento para generar acuerdos, más bien todo lo contrario. Suenan tambores de guerra.
