Paquete Económico 2024 ¿Cuáles son las sorpresas el siguiente año?

El próximo 8 de septiembre será la fecha límite para que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envíe al Congreso el Paquete Económico para el año 2024, dónde se espera su análisis y posterior aprobación, y según informó hace unos días el Subsecretario se Hacienda y Crédito Público Gabriel Yorio no habría modificaciones importantes.

Se le conoce así ya que es una serie de documentos, estimaciones, análisis y criterios a seguir por parte de la SHCP para la toma de acciones para el siguiente año, que incluye: los Criterios Generales de Política Económica, (Iniciativa de) ley de ingresos, (Proyecto de) Presupuesto de Egresos de la Federación y la Miscelánea Fiscal.

Todos estos documentos son enviados por el Ejecutivo a través de la SHCP, planeados y estimados conforme a lo que se pretende recaudar mediante impuestos principalmente (entre otros ingresos fiscales y no fiscales), de qué manera planea gastarlos y distribuirlos, así como las estimaciones de las perspectivas económicas del país, sus criterios y caminos para llegar a esas metas, si desea o no endeudarse y los mecanismos estimados de financiamiento interno y externo, entre otras cosas.

Como mencionó hace algunos días el Subsecretario de la SHCP en la Semana Fintech 2023, no habría cambios significativos en ningún rubro, en el caso de los impuestos no se planea incluir ninguno nuevo ni aumentar los ya existentes, lo cual es una buena señal para los ciudadanos y bueno para Hacienda si se genera el crecimiento esperado.

Para el rubro de la deuda se planea el anclaje de la misma como porcentaje del PIB, es decir alrededor del 49% (según los pre criterios presentados hace unos meses). En el caso del gasto social continuaran en la misma tónica, establecido por ellos como ya un “derecho social”, ni para arriba ni para abajo, continúan igual.

Se esperaría que un año electoral entrante como es 2024 el gasto público supere a los años anteriores, en muchas ocasiones los mandatarios recurren a un aumento de la deuda pública, se reducen algunos impuestos y el gasto social se incrementa de manera significativa. 

Regularmente se utiliza este recurso para generar una perspectiva de prosperidad y bienestar, los ciudadanos, en su mayoría, tienden a recordad la última parte (o último año) del gobierno en curso y basar sus criterios de decisión en base a esto. Es por ello que naturalmente es un recurso político muy usado y atractivo para cualquier dirigente político.

Si hablamos de disciplina fiscal este gobierno ha tratado de no gastar más allá de sus posibilidades, ser prudente en sus gastos y no aumentar los impuestos de forma significativa y eso se ve reflejado en sus cuentas. En lo que se gastan los impuestos y como se distribuye puede ser bastante cuestionado, ya que los indicadores no favorecen en todos los rubros, pobreza, educación, seguridad, crecimiento, por mencionar algunos.

En términos de recaudación no es una sorpresa, pero desde hace ya varios años los analistas económicos hemos hablado de la necesidad de una reforma tributaria más allá de la última que se hizo de manera significativa hace 10 años. México es un país que recauda poco y que no gasta bien, por lo que para esperar modificaciones importantes y un mandatario que se atreva a ello, tendremos que esperar al menos un año más.