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En las últimas semanas hemos conocido intensas noticias sobre los precios referenciales del oro y la plata a causa de las investigaciones llevadas a cabo por el BaFin, órgano regulador que señala a manipulaciones en el mercado. El primer damnificado de estas investigaciones fue el London Silver Fix (LSF) que anunció, tras la retirada del Deutsche Bank, su desaparición el próximo 14 de agosto.

A este hecho le siguió la multa al banco británico Barclays por valor de 26 millones de Libras esterlinas, al confirmarse que uno de sus operadores manipuló en 2012 los precios referenciales del oro para eludir pagos millonarios a un cliente. Este hecho aumenta las probabilidades de que el London Gold Fix (LGF) sea eliminado o reestructurado.

China mercado mundial del oro

En este espacio hemos comentado que tanto el entierro del LSF como la multa a Barclays, servirán para confirmar la manipulación del mercado de metales preciosos monetarios, más no eliminará la manipulación permanente orquestada por los bancos centrales y los gobiernos más poderosos del mundo (como la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra y el Banco de Pagos Internacionales), que buscan aparentar fortalezas en sus divisas y economías.

 

Los planes de China por el dominio del oro mundial

En Asia este hecho es bien conocido, por lo que China se encuentra haciendo los máximos esfuerzos por captar las mejores ofertas. Los amables lectores de este espacio conocen que el gigante asiático es el principal productor y consumidor de oro desde el año pasado.

En ocasiones anteriores, hemos comentado sobre cómo China utiliza la acumulación masiva de oro físico como arma financiera contra Estados Unidos y su dólar, cuidando de que su voraz apetito no dispare los precios del metal. Para fortuna de los intereses chinos, los manipuladores occidentales se encuentran demasiado ocupados en mantener deprimidas las cotizaciones del oro y la plata, haciéndole el favor a China de comprar a precios de ganga.

No es casualidad que el Gigante de Asia busque convertir en la máxima potencia del siglo XXI a través de la dominación mundial del mercado del oro y, por supuesto, controlando en el futuro los hilos de la economía a través del metal precioso y no del papel. Esto implicaría desplazar a los grandes centros actuales de negociación: Londres y Nueva York. De hecho, la crisis de los precios referenciales en Londres permite a China iniciar de forma oficial su estrategia.

SGE, nuevo cento del mercado mundial del oro

Justo ayer, el Gobierno de China se aproximó a hablar con importantes bancos extranjeros (HSBC, Standard Bank, Standard Chartered Bank, Australia and New Zealand Banking Group y Scotiabank) y productores, para invitarlos a participar en una nueva bolsa global de oro en Shanghái, según revela la Agencia Reuters.

El nuevo centro de operaciones se situará en la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE, por sus siglas en inglés), mercado netamente de negociación de metal físico. La SGE cuenta con la autorización del Banco central de China para lanzar de forma independiente esta nueva plataforma de intercambio global en el último trimestre de 2014 en su zona de libre comercio.

En un primer proceso de adaptación, sólo se operaran contratos físicos (denominados en yuanes) al contado en oro y otros metales preciosos, y más adelante se accedería a trabajar con derivados. Los formatos en oro serán de 100 gramos, un kilogramo y lingotes de 12.5 kilogramos.

Nos dirigimos hacia una paulatina apertura de China a este importante mercado, abriendo paso también a su moneda, el yuan, como única forma de desplazar en la realidad a Londres y Nueva York.

Por otro lado, la alianza ruso-china no deja de avanzar hacia un mayor debilitamiento del petrodólar, y la creación de esta bolsa global de intercambio de oro físico contribuirá a acelerar estos planes. Mientras tanto, en Occidente continúan con su fiesta del crédito y de dinero papel. El poder en el mundo se transfiriere ante nuestros ojos.

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  1. Top 100
    #1
    30/05/14 07:02

    ¿Un mercado del oro el Shangái? No lo dudo, pero Londre aún tiene demasiado poder sobre las materias primas y metales preciosos.