 
Empezar a invertir en los mercados puede ser abrumador. Hay términos que, al principio, suenan a otro idioma. Uno de esos es “opción de venta” o “put”, pero tranquilo: detrás del nombre rimbombante, se esconde una estrategia que puede ayudarte a protegerte ante caídas en los precios o incluso a generar ingresos extra si la usas con cabeza.
En este artículo vamos a explicarte de forma clara y aterrizada qué son las opciones put, cómo se usan, qué beneficios pueden ofrecerte y qué riesgos debes tener en cuenta si decides integrarlas en tu estrategia. Así que si estás pensando en ampliar tus herramientas como inversionista, sigue leyendo.
 
¿Qué es exactamente una opción de venta (put)?
Una opción put es un contrato que le da a su comprador el derecho (pero no la obligación) de vender un activo a un precio previamente acordado, dentro de un plazo determinado.
 
Normalmente, ese activo suelen ser 100 acciones de una empresa que cotiza en bolsa, aunque también puede aplicarse a otros instrumentos financieros. El precio acordado se llama precio de ejercicio o strike price.
 
Normalmente, ese activo suelen ser 100 acciones de una empresa que cotiza en bolsa, aunque también puede aplicarse a otros instrumentos financieros. El precio acordado se llama precio de ejercicio o strike price.
👉 Por ejemplo:
Imagina que compras una opción put sobre las acciones de Tesla, con precio de ejercicio de $250 USD y vencimiento en 30 días. Si el precio de mercado baja a $220 USD, tú puedes venderlas a $250 USD gracias a tu opción. Esa diferencia es tu ganancia potencial.  
¿Cómo funcionan las opciones put en la práctica?
Las opciones de venta pueden aplicarse a distintos activos: acciones, bonos, índices, futuros, divisas o commodities. Pero su lógica básica es la misma: ganas si el precio baja. 
Veamos algunos puntos clave:
Veamos algunos puntos clave:
- El valor de una put sube cuando baja el precio del activo subyacente.
- Sirve como protección (hedge) ante una caída del mercado.
- También se usa para especular a la baja, sin necesidad de vender en corto.
- A medida que se acerca el vencimiento, la opción pierde valor temporal (esto se conoce como "decaimiento temporal").
Valor intrínseco vs valor temporal: ¿cómo se calcula?
Una put tiene dos componentes en su precio: 
- Valor intrínseco: la diferencia entre el precio de ejercicio y el precio actual del activo (si está "in the money").
- Valor temporal (o extrínseco): el valor que le da el tiempo restante hasta su vencimiento.
Ejemplo práctico:
- Supón que una acción vale $160 MXN.
- Compraste una opción put con precio de ejercicio de $180 MXN.
- El valor intrínseco es de $20 MXN.
- Si esa opción cuesta $25 MXN, los $5 extra son el valor temporal.
¿Qué significa que una opción esté "in the money" o "out of the money"?
- In the money (ITM): cuando ejercer la opción genera ganancia. Por ejemplo, si puedes vender a $180 una acción que vale $160.
- Out of the money (OTM): cuando no hay ganancia al ejercerla. Por ejemplo, vender a $180 una acción que ya vale $190 no tiene sentido.
En esos casos, si esperas una caída, puedes optar por vender en corto, aunque eso conlleva más riesgo que comprar una put, sobre todo en mercados como el mexicano donde el apalancamiento suele ser más limitado.  
 
¿Y si quiero vender puts en lugar de comprarlas?
Vender puts puede ser una estrategia para generar ingresos (lo que se conoce como “puts cubiertas”), pero tienes que conocer bien: 
- El valor del contrato (cada opción suele representar 100 acciones).
- El riesgo de que el precio caiga por debajo del nivel donde te conviene ejercer.
Si vendes puts sin estar preparado para comprar las acciones si te las asignan, podrías acabar con pérdidas si el precio se desploma más allá del punto de equilibrio.
Beneficios y riesgos de invertir en opciones de venta (put)
Como toda estrategia con derivados, vender opciones put puede ser una jugada muy útil dentro de tu portafolio si sabes lo que estás haciendo. Aquí te comparto los principales pros y contras para que tomes decisiones con más claridad:
 
Pros
- Generación de ingresos desde el primer momento: Uno de los atractivos de vender puts es que cobras una prima anticipada. Es decir, te pagan por aceptar la posibilidad de tener que comprar acciones si bajan de precio. Esa prima se queda contigo pase lo que pase, y representa un ingreso adicional potencial.
- Comprar acciones a precio rebajado: Si te interesa adquirir ciertas acciones —por ejemplo, de una empresa sólida del IPC— pero te parecen caras hoy, vender puts te da la oportunidad de comprarlas a un precio más bajo del actual (el precio de ejercicio). Es como lanzar una oferta: si el mercado acepta, te llevas las acciones con descuento.
- Entradas más controladas al mercado: En lugar de poner una orden limitada de compra, puedes vender una put y obtener ingreso por estar dispuesto a comprar. Esta estrategia es muy usada por inversionistas que ya tienen un plan a largo plazo y buscan entrar a precios más atractivos.
Contras
- Podrías verte obligado a comprar en mal momento: El principal riesgo es que el precio del activo caiga fuerte y, aun así, tengas que comprarlo al precio de ejercicio. Si no estás preparado o no querías esas acciones, podrías terminar con una posición que no te conviene.
- Ganancia limitada, pero pérdidas potenciales: Lo máximo que puedes ganar es la prima que cobraste al vender la opción. Nada más. En cambio, si el activo cae mucho, tu pérdida puede ser considerable. Aquí la relación riesgo/beneficio está desequilibrada si no hay una gestión adecuada del capital.
- Riesgo sistémico o de mercado: Aunque vendas puts sobre empresas con buenos fundamentos, un evento macroeconómico (como una subida de tasas del Banxico, un cambio regulatorio o una crisis global) puede arrastrar todo el mercado. En ese caso, podrías acabar ejerciendo a precios poco favorables.
Estrategias con opciones de venta (put)
Las opciones put no solo se usan para especular a la baja: también forman parte de estrategias más complejas que te pueden servir para cubrir tus inversiones, generar ingresos o incluso estructurar operaciones con mayor control del riesgo.
Aquí te explicamos cómo se utilizan en distintos escenarios, desde los más simples hasta combinaciones más avanzadas.
1. Puts protectoras: cobertura para tu portafolio
Una de las formas más comunes de usar opciones put es a través de una estrategia de protección conocida como “protective put”. Funciona como una especie de seguro contra caídas: compras una opción put para cubrir una posición que ya tienes en tu portafolio, de modo que si el precio baja, la opción gana valor y limita tu pérdida.
Ejemplo: supón que tienes acciones de Grupo BMV y quieres mantenerlas, pero temes una bajada por volatilidad en el tipo de cambio. Compras una opción put sobre esas acciones. Si efectivamente bajan, ejercitas la opción y vendes al precio pactado, evitando una pérdida mayor.
2. Flexibilidad para vender la opción antes del vencimiento
Algo importante: no estás obligado a mantener la opción hasta que expire. Si el precio de la acción cambia y la opción sube de valor, puedes venderla en el mercado secundario, obteniendo una ganancia sin necesidad de ejercerla.
Esto permite ajustar tu estrategia en tiempo real y aprovechar movimientos de corto plazo.
3. Venta de puts para generar ingresos
Vender opciones put (también llamado “escribir puts”) es otra estrategia común, especialmente para traders más avanzados que buscan ingresos adicionales.
El objetivo es simple: cobras una prima por anticipado y esperas que el precio del activo se mantenga por encima del precio de ejercicio. Si eso pasa, la opción vence sin valor y te quedas con la prima limpia.
Si el precio baja y la opción se acerca al strike, puedes:
- Recomprarla para limitar tu pérdida.
- Dejar que se ejerza y comprar las acciones al precio pactado (lo cual no es necesariamente malo si ya querías tener esas acciones).
Ejemplo aplicado con números
Supón que Jorge vende una opción put sobre acciones de Tesla con un precio de ejercicio de $220 USD, y cobra una prima de $3 USD por acción (recibe $300 por el contrato).
Si Tesla se mantiene por arriba de $220, nadie ejercerá la opción, y Jorge se queda con los $300 como ganancia.
Pero si baja a $200, puede decidir recomprar la opción (con pérdida), o quedarse con las acciones compradas a $220, que ahora valen menos. Por eso esta estrategia solo es recomendable con activos que estás dispuesto a tener en cartera.
Alternativas: vender la opción en el mercado secundario
En lugar de ejercer la opción, puedes simplemente revenderla si sube su valor. Esto es lo que hacen la mayoría de los traders: no esperan al vencimiento, sino que aprovechan el cambio en el precio de la opción.
Combinar puts con otras estrategias
Las opciones put también se pueden integrar en estrategias más sofisticadas que buscan equilibrar el riesgo, generar ingresos y controlar el rango de movimiento de un activo. Aquí te dejo las más comunes:
- Protective Put: Compras una acción y al mismo tiempo una put. Si el precio cae, la put sube y compensa la pérdida. Es ideal para proteger ganancias o limitar pérdidas en activos que quieres mantener a largo plazo.
- Covered Put (put cubierta): Consiste en vender una opción put mientras mantienes una posición corta en el activo subyacente. Se usa cuando esperas que el precio siga bajando, pero quieres sacarle una ganancia adicional a esa posición vendiendo la put.
- Collar: Es una combinación de dos opciones: compras una put protectora y vendes una call con precio de ejercicio más alto. Así, limitas tanto la pérdida como la ganancia. Ideal para situaciones donde quieres estabilidad en una posición que ya tienes.
- Butterfly Spread con puts: Involucra comprar una put con strike bajo, vender dos puts con strike medio y comprar otra con strike alto. Todo con mismo vencimiento. Es útil cuando crees que el precio no se moverá mucho y buscas aprovechar ese rango estrecho.
- Calendar Spread con puts: Compras una opción put a largo plazo y vendes otra a corto plazo con el mismo strike. La idea es beneficiarte de la diferencia en el tiempo de vencimiento, sobre todo si el activo se mantiene estable al inicio.
Factores que debes considerar al operar con opciones de venta (put)
Antes de lanzarte a vender o comprar puts, es importante que tengas claras varias variables que pueden impactar directamente la rentabilidad de tu operación. No se trata solo de elegir un activo y vender la opción: hay elementos clave que pueden marcar la diferencia entre una buena jugada y una pérdida innecesaria.
Precio del activo subyacente: tu punto de partida
Una de las primeras decisiones estratégicas es entrar a operar cuando el precio del activo esté en un nivel favorable. Esto se vuelve aún más relevante si vas a vender opciones put, ya que tu ganancia se limita a la prima recibida, mientras que tu riesgo —en caso de que el precio caiga mucho— es mayor.
Una put le da al comprador el derecho de vender un activo a un precio pactado, aunque el mercado caiga. Por eso, como vendedor de puts, debes estar cómodo con la posibilidad de tener que comprar ese activo a ese precio.
Volatilidad: aliada o enemiga, según el momento
La volatilidad es uno de los factores que más influye en el precio de las opciones. Si el mercado está muy volátil, las primas suelen subir, lo que puede parecer atractivo si vas a vender puts.
Pero cuidado: si esa volatilidad persiste o empeora, es posible que la opción que vendiste suba de valor en tu contra, y salirse de la posición antes del vencimiento te cueste más de lo que esperabas.
🔎 ¿Cuándo puede seguir siendo una buena idea vender puts?
Cuando consideras que la volatilidad es temporal y tienes una visión más tranquila del mercado en el mediano plazo.
Cuando consideras que la volatilidad es temporal y tienes una visión más tranquila del mercado en el mediano plazo.
Elegir bien el vencimiento y el precio de ejercicio
Dos variables clave que siempre debes tener bajo control:
- El vencimiento: la mayoría de los contratos se cierran antes de llegar a su fecha límite. No se trata de esperarte hasta el último día, sino de saber cuándo tiene sentido salir de la operación, aunque sea antes.
- El strike (precio de ejercicio): elegir un precio de ejercicio muy cercano al valor actual puede generar más prima, pero también más riesgo de que la opción se ejerza.
Aquí es donde entran los famosos “griegos”, métricas que ayudan a estimar cómo cambiará el valor de tu opción con el tiempo, el precio y la volatilidad.
Las “griegas” de las opciones: herramientas clave del trader
Aunque suene técnico, entender las griegas es fundamental si planeas usar opciones de forma frecuente. No necesitas memorizarlos, pero sí saber qué representa cada uno:
- Delta: cuánto cambia el valor de la opción si el activo sube o baja $1 USD.
- Gamma: cómo cambia el delta a medida que el precio del activo varía.
- Theta: mide el decaimiento temporal. Cada día que pasa, la opción pierde valor.
- Vega: cuánto varía el precio de la opción si la volatilidad implícita cambia 1%.
- Rho: mide el impacto de los cambios en tasas de interés (más relevante en opciones de largo plazo).
⚠️ Importante: los griegos no son predicciones, pero sí referencias útiles para anticiparte al comportamiento de tu posición.
Gestión de riesgos y claridad de objetivos
Vender puts no es una jugada sin riesgos. Puede funcionar bien para:
- Generar ingresos pasivos a través de primas.
- Comprar activos a precios más bajos si te ejercen la opción.
- Cubrir una posición larga si ya estás invertido en un activo volátil.
Pero también puede llevarte a comprar acciones en una caída profunda si no tienes una estrategia clara. Por eso, tener un plan es fundamental.
🎯 Pregúntate antes de operar:
- ¿Estoy buscando ingresos, cobertura o especulación?
- ¿Estoy dispuesto a tener el activo en cartera si se ejerce la opción?
- ¿Cuál es mi punto de salida si la operación va mal?
Tener objetivos bien definidos te ayuda a mantener la cabeza fría en momentos de volatilidad y evitar decisiones impulsivas.
Recuerda: el trading con opciones no se trata de predecir el futuro, sino de gestionar probabilidades y riesgos con herramientas concretas.
Preguntas frecuentes
No. Una opción put te da el derecho, pero no la obligación, de vender un activo al precio acordado. Eres tú quien decide si ejerces ese derecho, según cómo se mueva el precio del mercado. Si el precio está por encima del strike, simplemente puedes dejarla vencer sin ejercer. 
Si vendiste una put y el precio del activo cae por debajo del precio de ejercicio, podrías verte obligado a comprar las acciones a un precio mayor al del mercado. Por eso es clave estar dispuesto (y tener el capital) para adquirir esas acciones si se ejerce la opción. 
Depende del activo y del bróker que utilices. En general, cada contrato representa 100 acciones, así que necesitas tener liquidez suficiente para cubrir esa cantidad si vas a vender puts. Algunos brókers también exigen garantías o colaterales adicionales. 
Sí, puedes venderla en el mercado secundario si su valor ha subido y te conviene salir antes del vencimiento. Muchos traders usan esta estrategia para capturar ganancias por movimientos de corto plazo sin esperar a que se ejerza la opción. 
No es obligatorio, pero sí recomendable. Las griegas (como el delta, theta o vega) te ayudan a estimar cómo puede cambiar el valor de la opción ante distintos escenarios. Saber interpretarlas te da ventaja para tomar decisiones más informadas y evitar errores por desconocimiento. 
 
 
_col.jpg?1750943175) 
 
 
