ETFs de réplica física y sintética: ¿cómo funcionan y en qué se diferencian?
ETFs de réplica física y sintética: ¿cómo funcionan y en qué se diferencian?
¿Te conviene un ETF de réplica física o sintética? En esta guía te explicamos las diferencias, ventajas, riesgos y cómo elegir la mejor opción para tu estrategia de inversión en México.
Si estás evaluando invertir en ETFs desde México, te vas a topar con una disyuntiva común: ¿optar por un ETF de réplica física o uno de réplica sintética? Aunque ambos buscan lo mismo —seguir de cerca el rendimiento de un índice—, la forma en que lo logran es muy distinta.
Antes de entrar en detalles, si aún no sabes qué es un ETF o cómo elegir el más adecuado según tu perfil, dale un vistazo a nuestras guías donde lo explicamos paso a paso.
¿Qué busca un ETF?
En pocas palabras, su objetivo es replicar lo más fielmente posible un índice bursátil, minimizando el llamado tracking error (o error de seguimiento), que mide cuánto se desvía el rendimiento del ETF respecto al índice que sigue.
¿Por qué existe esa diferencia? Porque los índices son modelos teóricos, no contemplan fricciones del mercado real. Pero en la práctica, al invertir en los activos subyacentes, se enfrentan a varios costos y limitaciones como:
Comisiones de compra y venta
Spreads (diferencia entre precio de compra y venta)
Baja liquidez de algunos activos
Costos de administración y cumplimiento regulatorio
Carga fiscal (como el ISR en operaciones en México)
Poca profundidad del mercado en ciertos sectores o emisoras
Todos estos factores generan un desfase entre el índice y el ETF. Para minimizar ese desfase, las gestoras utilizan distintos métodos de réplica, y aquí es donde entra la diferencia clave entre réplica física y réplica sintética.
¿Qué es un ETF de réplica física y cómo funciona?
Los ETFs de réplica física buscan reproducir el comportamiento de un índice bursátil comprando total o parcialmente los activos que lo componen. Es decir, la gestora adquiere directamente las acciones o bonos que forman parte del índice que pretende seguir. En México, este tipo de ETFs suele ser la opción preferida por quienes buscan transparencia y menor riesgo estructural.
En general, hay tres enfoques, aunque el más habitual es el siguiente:
Réplica completa: cuando el ETF copia todo el índice
La réplica física completa implica que el fondo compra todos los valores del índice con el mismo peso proporcional. Por ejemplo, si un ETF busca replicar al S&P 500, su cartera incluirá las mismas 500 acciones, con los mismos porcentajes de ponderación que el índice original.
Este método tiene sentido cuando se trata de índices con:
Alta liquidez (es fácil comprar y vender los activos)
Mucha profundidad de mercado (hay suficiente volumen para no mover el precio)
Pocas acciones en la composición (lo que facilita replicarlo de forma exacta)
Ejemplos clásicos donde esto aplica bien son el VOO o el SPY, que siguen al S&P 500 en Estados Unidos. Todos los activos son extremadamente líquidos y se transan en uno de los mercados más grandes y eficientes del mundo.
¿Cómo compensan los costos operativos?
Replicar un índice al 100% puede implicar costos elevados de administración. Por eso, muchos ETFs utilizan el mecanismo de préstamo de valores: prestan temporalmente algunas acciones de su cartera a cambio de una comisión, reduciendo así el costo total del fondo.
Desde su lanzamiento en mayo de 2010, ha tenido un desempeño sólido. Al 24 de febrero de 2025, presenta un rendimiento anualizado del 15.09% a 3 años y 15.15% a 5 años, con más de 115 mil millones de USD en activos bajo gestión.
Definitivamente. Este ETF es ideal para estrategias indexadas pasivas, tiene bajo spread y no conlleva riesgos de contraparte como los ETFs sintéticos. Eso sí, al estar denominado en dólares, el tipo de cambio puede jugar a favor o en contra en el corto y mediano plazo. Pero si tu objetivo es largo plazo, y estás buscando una exposición diversificada al mercado estadounidense, sigue siendo una de las mejores alternativas disponibles.
Réplica por muestreo y optimización: ¿cuándo se usan y qué ventajas tienen?
Cuando un índice tiene demasiados activos o incluye instrumentos con baja liquidez, replicarlo por completo se vuelve complicado y costoso. En esos casos, los gestores recurren a técnicas como la réplica por muestreo o la optimización, que permiten seguir el índice de forma más eficiente sin tener que comprar cada uno de sus componentes.
Réplica por muestreo
La réplica por muestreo consiste en construir una cartera representativa del índice, seleccionando solo los activos necesarios para que el ETF siga su comportamiento de forma aproximada.
Este método busca ahorrar costos operativos, como el spread entre compra y venta, las comisiones o el impacto de operar en mercados poco líquidos o con baja profundidad.
Una variante muy usada es la réplica por muestreo estratificado, que consiste en dividir el índice por sectores, tamaños de empresa, múltiplos (como el PER) u otros factores. Luego, se eligen los activos más representativos dentro de cada grupo.
Este muestreo puede hacerse:
A discreción del gestor (basado en experiencia o juicio cualitativo)
De forma cuantitativa, a través de modelos matemáticos
Ahora bien, este enfoque tiene un inconveniente: la cartera construida podría no reflejar adecuadamente la diversidad del índice, especialmente en condiciones de mercado muy cambiantes. También existe el riesgo de errores de representación o sesgos que afectan el rendimiento.
Réplica por optimización
En este caso, se utilizan modelos estadísticos avanzados (generalmente ejecutados por algoritmos) para identificar correlaciones entre los activos del índice, sus factores comunes y otras variables. El objetivo es construir una cartera que maximice la eficiencia y, en algunos casos, incluso mejore el rendimiento frente al índice.
Esta técnica va más allá del simple muestreo: no solo busca reducir costos, sino también optimizar el tracking error y generar una réplica más sólida ante cambios en el mercado.
¿Cuándo se usan estas técnicas?
Ambos métodos se emplean sobre todo cuando el índice:
Tiene una cantidad muy alta de activos
Incluye instrumentos con poca liquidez
Opera en mercados poco profundos (como puede ser el caso de algunas regiones emergentes)
Un ejemplo típico es el índice Bloomberg Barclays Global Aggregate, compuesto por más de 26,000 instrumentos de deuda. Replicarlo uno a uno sería poco viable y excesivamente caro. Por eso, los ETFs que siguen este índice optan por técnicas de muestreo estratificado, seleccionando solo una fracción bien representativa.
Como imaginarás, replicar 26 mil bonos en una sola cartera sería un infierno operativo. Y aunque el tracking error puede ser algo mayor, el beneficio en eficiencia y costos justifica la decisión.
Veamos un ejemplo.
El siguiente ETF de Global X ETFs, el Global Lithium and Battery Tech ETF, nos dice que replica al índice Solactive Global Lithium Index.
Objetivo del ETF
Si comparamos los activos con mayor peso de este ETF y los del índice, veremos que son los mismos. Global X Lithium & Battery Tech ETF (LIT)
Principales posiciones Global X Lithium & Battery Tech ETF
Solactive Global Lithium Index
Principales posiciones Solactive Global Lithium Index
Pros y contras de ETFs de réplica física
Pros
Tiene físicamente los subyacentes
Menor riesgo contraparte
No usan Derivados financieros
Contras
Mayores costes operativos internos
Mayor tracking error
No puede seguir a algunos activos
👉 Si te interesa, puedes echar un vistazo a nuestro artículo donde te mostramos los mejores ETFs para invertir.
¿Qué es un ETF de réplica sintética y cuándo conviene usarlo?
A diferencia de los ETFs tradicionales que compran directamente los activos que componen un índice, los ETFs de réplica sintética utilizan derivados financieros para replicar el comportamiento de ese índice. Son instrumentos un poco más complejos, pero muy útiles en ciertas estrategias.
La clave está en el uso de swaps, que son contratos de intercambio entre el emisor del ETF y una contraparte, normalmente un banco de inversión. En ese contrato, el banco se compromete a pagar al ETF el rendimiento del índice de referencia, antes de comisiones y costos.
En otras palabras, el ETF no compra las acciones o bonos del índice, sino que pacta recibir el mismo rendimiento a través de un derivado. Esto traslada el riesgo del tracking error a la contraparte, que es quien se encarga de seguir el índice.
¿Cuándo conviene usar ETFs sintéticos?
Este tipo de réplica resulta especialmente útil cuando se trata de índices:
Muy amplios o poco líquidos
Que incluyen activos difíciles o caros de negociar directamente
O que están en mercados inaccesibles desde México con métodos tradicionales
Algunos ejemplos típicos donde se usa réplica sintética:
Gracias a este enfoque, los emisores pueden ofrecer productos con costos operativos más bajos, manteniendo la exposición deseada para el inversor.
El principal riesgo adicional que tienen los ETFs sintéticos es el riesgo de contraparte. Es decir, si el banco con el que se firmó el contrato no cumple, el ETF podría no recibir el rendimiento pactado.
Ahora bien, hay mecanismos para reducir este riesgo. Uno de ellos es el uso de colateral, algo similar a lo que se usa en los ETFs físicos que prestan valores. En esos casos, quien toma prestado debe dejar una garantía (como bonos de alta calidad crediticia) que cubra e incluso supere el valor del activo prestado. Esa garantía se actualiza a valor de mercado y se custodia de forma independiente.
Tipos de swaps en ETFs sintéticos: ¿financiados o no financiados?
Dentro de los ETFs de réplica sintética, existen dos formas principales de estructurar el acuerdo con la contraparte: mediante un swap financiado o un swap no financiado. Ambas buscan ofrecer al inversor el rendimiento del índice, pero el manejo del dinero y el riesgo de contraparte es distinto en cada caso.
¿Qué es un swap financiado?
En este modelo, el emisor del ETF entrega a la contraparte (usualmente un banco) los fondos que recibe al crear nuevas participaciones del ETF. A cambio, esa contraparte se compromete a pagar el rendimiento del índice, antes de descontar comisiones.
Para mitigar riesgos, la contraparte deposita un colateral o garantía con un custodio independiente. Ese colateral puede incluir distintos tipos de activos (bonos, acciones, etc.) y tiene que estar:
Diversificado
Valorado diariamente a precio de mercado
Por encima del valor del activo que garantiza (por ejemplo, 102%)
A este modelo se le conoce como ETF con financiación.
¿Qué es un swap no financiado?
Aquí también se entrega el dinero de las nuevas participaciones a la contraparte, pero el esquema funciona un poco diferente. En este caso, el emisor del ETF construye o adquiere lo que se llama una canasta sustitutiva de activos. Esa canasta:
Puede estar compuesta por cualquier combinación de activos (no necesariamente los del índice)
Se guarda con un custodio independiente
Genera un rendimiento que el emisor del ETF entrega a la contraparte del swap
A cambio, la contraparte devuelve el rendimiento del índice pactado.
En este modelo, también se usa colateral para proteger la operación. La diferencia es que el ETF no depende completamente del swap para construir su cartera, sino que tiene activos físicos que también respaldan el instrumento. A esto se le conoce como ETF sin financiación.
¿Qué dice la regulación UCITS?
La normativa europea UCITS, que es muy utilizada por gestoras con ETFs distribuidos en México, establece límites claros para proteger al inversor en réplicas sintéticas. Entre ellos:
Una sola contraparte no puede representar más del 10% de los activos del fondo
El colateral debe estar diversificado y actualizado diariamente
Se deben aplicar “resets” diarios, es decir, se recalculan y ajustan los términos del swap cada día
Estas medidas buscan reducir el riesgo de contraparte, algo especialmente importante en mercados con instrumentos complejos o difíciles de acceder desde Latinoamérica.
El Xtrackers S&P 500 Swap UCITS ETF replica al índice SP500 que sigue a las quinientas empresas de mayor capitalización de mercado de EE.UU.
ISIN: LU2009147757
Ticker: XSXD
TER: 0,55 % anual
Accedemos a la información de este producto y nos encontramos con lo siguiente.
Fuente: Xtrackers
Este ETF funciona de la siguiente manera: entra en un contrato de swap con varias contrapartes, como Barclays, J.P. Morgan y Morgan Stanley(según su folleto). Si la rentabilidad de la cartera sustitutiva del ETF es menor que la del índice que replica, en este caso el S&P 500, el ETF deberá pagar la diferencia a las contrapartes.
Por otro lado, si la rentabilidad del índice es menor que la de la cartera sustitutiva del ETF, entonces las contrapartes tendrán que abonar esa diferencia al ETF.
Exposición del ETF
Si comparamos la cartera del índice y la cartera del ETF, vemos que hay diferencias en la composición, y también con el ETF que analicé anteriormente de iShares y que sigue al S&P 500 con réplica física.
Cartera del índice S&P 500
Desglose por sectores S&P 500
Principales posiciones S&P 500
Cartera la cesta sustitutiva
La primera diferencia es que la exposición a USA es del 81.87% Vs un 99% del S&P 500.
Pesos por País en Cartera sustitutiva Xtrackers S&P 500 Swap UCITS ETF 1D
El Xtrackers S&P 500 Swap UCITS ETF tiene la ventaja de reducir el tracking error debido a menores costes operativos, y esa diferencia se ve a largo plazo, tal y como muestra la siguiente gráfica que compara el Xtrackers S&P 500 Swap UCITS ETF versus el iShares Core S&P 500 UCITS ETF USD (Acc).
Comparación desempeño ETFs sintético Vs Físico La diferencia de diez puntos porcentuales es significativa después de casi 13 años, pero hay que ver a detalle los retornos móviles para no llevarnos malas sorpresas. Si lo hacemos nos daremos cuenta de que hay bastante dispersión en sus retornos móviles de diferentes rangos temporales, y esto indica algo que he repetido muchas veces: el momento de entrada importa mucho.
Si alguien hubiera entrado a finales del 2011 y salido 5 años después, entonces el de réplica física estaría por arriba. Este es solo un ejemplo de que el momento de entrada hace la diferencia. Retornos móviles Réplica Sintética Vs Física
Lo que nos indica la gráfica anterior es que los retornos van muy pegados en ambos ETFs y solamente se separan en algunos momentos clave, y son esos los que hacen la diferencia.
Si estamos siguiendo estrategias en donde buscamos el mejor momento de entrar, y además nos sentimos cómodos con los riesgos extra, entonces un ETF sintético puede darnos una gran diferencia frente a uno de réplica física. Pero si estamos usando indexación pasiva o cualquier otra estrategia que no necesita encontrar el mejor momento de entrada y además no queremos el riesgo extra de contraparte, entonces el de réplica física sería mas adecuado.
Pros y contras de los ETFs de replica sintética
Pros
Menor Tracking Error: Réplica más precisa del índice.
Menores costes internos: Evitan comprar directamente los activos.
Menores comisiones: Estructura más eficiente en costos.
Acceso a mercados complejos: Permite invertir en índices difíciles de replicar.
Diversificación eficiente: Mayor variedad de activos sin comprarlos físicamente.
Contras
Mayor riesgo de contraparte: Dependen de terceros para cumplir con los swaps.
Uso de derivados financieros: Más complejos y arriesgados que los físicos.
No recomendables para largo plazo: Acumulan riesgos con el tiempo.
Complejidad regulatoria: Sujetos a normativas más estrictas.
Menor transparencia: Difícil ver los activos subyacentes exactos.
¿Qué tipo de ETF me conviene?
Después de todo lo que revisamos, queda claro que no existe un tipo de réplica mejor que otro en términos absolutos. Todo depende del mercado que quieras seguir, tu tolerancia al riesgo, tu estrategia de inversión y, sobre todo, del contexto operativo.
👉 Si buscas simplicidad, transparencia y quieres invertir en índices líquidos y bien establecidos (como el S&P 500 o el MSCI World), los ETFs de réplica física —ya sea completa o por muestreo— suelen ser la opción más directa.
👉 En cambio, si te interesa acceder a mercados emergentes, materias primas, estrategias apalancadas o índices difíciles de replicar físicamente, los ETFs sintéticos pueden darte esa exposición de forma más eficiente… aunque con un nivel adicional de complejidad y riesgo de contraparte que debes entender bien.
Eso sí: si eliges un ETF sintético, revisa cómo gestiona ese riesgo (si es un swap financiado o no), qué tipo de colateral ofrece y si cumple con normativas como UCITS, que son clave para proteger a los inversionistas minoristas.
Al final del día, lo importante no es solo qué tipo de ETF elijas, sino cómo lo incorporas a tu portafolio y si tiene sentido para tu horizonte de inversión, perfil de riesgo y metas financieras.